El día en que iba a celebrar la boda de su hermano, Miguel Ignacio de los Rios se despertó muy temprano para ir en busca de su querida esposa Fiorella que llegaba desde muy lejos para este día tan especial. En su sueño, se imaginaba que corría por una jungla llena de rosas y flores. Por un momento estaba muy feliz en el sueño por estar en compania de la mujer que ama, pero al despertar se sintió completamente salpicado por excremento de gallinas. 'Siempre soñaba con estar en la selva, me dijo Alejandra Guzmán Vila, su madre, evocando los 18 años después los pormenores de aquel sábado ingrato.
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